Yvon Chouinard, el multimillonario que donó su fortuna por el planeta

Yvon Chouinard, el fundador de Patagonia, ha decidido dar un giro radical a su historia empresarial. En un mundo donde el éxito a menudo se mide por la cantidad de dinero que se acumula, él optó por un camino diferente. En lugar de seguir aumentando su fortuna, Chouinard decidió donar su riqueza para enfrentar la crisis climática que ya nos afecta a todos.

Su enfoque no es el típico de un empresario. Mientras muchos buscan multiplicar ganancias, él ha elegido destinar sus recursos a una causa mucho más importante. Solo hay que escuchar su declaración: “La Tierra es ahora nuestro único accionista”. Esta frase sintetiza su filosofía y su decisión de poner el planeta por delante de cualquier interés personal.

¿Quién es Yvon Chouinard?

Nacido en 1938 en Estados Unidos, Chouinard mostró desde pequeño una fuerte conexión con la naturaleza. A los 16 años, comenzó a escalar en el famoso parque Yosemite, y pronto se dio cuenta de que el equipo disponible no era lo suficientemente resistente. ¿Qué hizo? Decidió crear su propio equipo de escalada y, en 1957, fundó Chouinard Equipment.

Moviendo los cimientos de la industria

Con el tiempo, Chouinard Equipment ganó mucha popularidad gracias a la calidad de sus productos. Sin embargo, a inicios de los años 60, se dio cuenta de que sus pitones estaban dañando las rocas milenarias del Yosemite. En un acto de valentía por el medio ambiente, dejó de venderlos, aunque eso significara perder su principal fuente de ingresos. En su lugar, comenzó a promover el uso de calzos metálicos que no dañaban el entorno.

El surgimiento de Patagonia

En 1973, decidió fundar Patagonia, una marca de ropa que se convirtió en sinónimo de sostenibilidad y responsabilidad. En lugar de incentivar el consumo desmedido, la marca promueve el uso consciente y duradero de cada prenda. Chouinard ha sido un pionero en la moda responsable, mostrando que es posible vestirse bien sin dañar el planeta.

La decisión de donar su fortuna

Lo que realmente distingue a Chouinard es su compromiso con el medio ambiente. En 1985, comenzó a destinar el 1% de las ventas anuales de Patagonia a proyectos ambientales. Para 2022, esta contribución había superado los 100 millones de dólares. Pero eso no fue todo: ese mismo año, tomó la decisión de ceder la propiedad de su empresa a un fondo y a una organización sin fines de lucro enfocados en la protección del planeta.

En vez de vender Patagonia o heredársela a sus hijos, eligió convertir a la Tierra en la dueña simbólica de la marca. Con esto, Chouinard nos demuestra que es posible hacer negocios sin comprometer la salud de nuestro entorno y que el verdadero legado de una empresa se mide por el impacto positivo que deja en el mundo.

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